El fiscal Mariano Moyano solicitó que Sebastián Gavilán continuará detenido mientras avanza con la investigación por el asalto ocurrido el 13 de marzo en Colón y Arrué, por el cual está imputado de "homicidio agravado criminis causa en grado de tentativa".
El fiscal Mariano Moyano solicitó a la Justicia de Garantías que ordenara la prisión preventiva para el hombre acusado de haber baleado a una mujer de 70 años durante el asalto en su casa del barrio Coronel Dorrego así continúa detenido mientras avanza la investigación.
Para Moyano, hay pruebas concluyentes que Sebastián Gavilán fue el hombre que el 13 de marzo a la madrugada escaló una pared e ingresó a una vivienda en Arrué y Colón para robar en el lugar y que, al forcejar con el dueño del lugar, le quitó el revólver, baleó a la mujer y escapó.
El fiscal imputó a Gavilán por el delito de “homicidio agravado criminis causa en grado de tentativa“, que tiene una pena en expectativa de hasta 10 años, lo que, para Moyano, podría ser motivo para que intentara fugarse de estar en libertad y de esta forma eludir la acción de la justicia. Con este argumento es que solicitó la prisión preventiva.
En la investigación quedó acreditado que el 13 de marzo a las 3.50 de la madrugada, un hombre rompió el ventanal del primer piso de una casa ubicada en Arrué y Colón e ingresó al lugar. Esta acción activó la alarma sonora de la vivienda y una mujer, de 70 años, fue hasta la cocina para verificar lo que había sucedido.
La víctima fue sorprendida por un delincuente -presuntamente Gavilán- quien la golpeó, la tiró al suelo y comenzó a ahorcarla. Al escuchar la situación, el esposo de la mujer, un hombre de 71 años, tomó un revólver calibre 38 largo del cajón de su mesa de luz y fue hasta el lugar.
“¡Soltala o te mato!”, le dijo el hombre al ladrón, mientras le apuntaba con el revólver. El asaltante dejó a la mujer y, al pararse, fue contra quien empuñaba el arma de fuego y comenzaron a forcejar.
El dueño de casa disparó y cayó al suelo junto con el asaltante, quien le arrebató el revólver, se paró y disparó contra la pareja una única bala, que rozó la pierna del hombre y atravesó la muñeca de la mujer, lo que le causó graves heridas. La mujer, lastimada, golpeó en la cabeza al delincuente con un palo de amasar, lo que causó que perdiera el equilibro y volviera al suelo. Mientras las víctimas se recuperaban, el asaltante junto el revólver del suelo, encaró hacia la ventana y se escapó.
Las víctimas llamaron al 911 y personal policial fue hasta el lugar. Una ambulancia llevó de urgencia al Hospital Interzonal a la mujer, que tenía una herida de bala en el antebrazo izquierdo, que le había provocado una fractura expuesta en la zona de la muñeca y por la que luego necesitaría ser operada y unos 30 días de recuperación.
Personal policial encontró un reguero de sangre que iba desde bajo la ventana de la vivienda de las víctimas por la Arrué hasta Falucho, luego dobló hacia Termas de Río Hondo, continuando por ésta última hasta Armenia, prosiguiendo los rastros hemáticos por Armenia, hacia Alberti, hallándose el ultimo frente al numeral 2544, donde se perdió el rastro.
Mientras la policía seguía el rastro de sangre, en un baldío ubicado Colón y Arrué hallaron el revólver calibre 38 robado a la víctima, que contaba con tres municiones intactas y dos vainas servidas.
Un delincuente de la Villa Gascón
Al declarar, las víctimas destacaron que el ladrón en ningún momento habló y que, al ingresar a la casa directamente golpeó a la mujer e intentó ahorcarla. Si bien dijeron que no podrían identificarlo, lo describieron como un hombre de aproximadamente 1.65, de tez trigueña, pelo corto y “cabezón”. Además, aportar imágenes de las cámaras de seguridad de la casa, en las que se puede ver cómo ingresó al lugar y que tenía un tatuaje en una mano.
Personal policial del gabinete de robos calificados de la Dirección Departamental de Investigaciones recibió una información de un testigo con identidad reservada de que el sospechoso sería Mariano Gavilán, un hombre que reside en la “Villa Gascón” y que, esa misma madrugada se habría hecho atender por una ambulancia de SAME por una herida sufrida en una supuesta fiesta clandestina.
La policía entrevistó a otras personas de la “Villa Gascón” y todas coincidieron que en el barrio se comentaba que a Gavilán lo “habían apuñalado y pegado al entrar a robar a una casa y se había lastimado ahí”.
En un allanamiento en las viviendas señaladas, la policía detuvo a Gavilán y le secuestró el celular y en uno de los mensajes figura una prueba contundente para la investigación, en el que queda en evidencia que Gavilán, alcoholizado, había ido a robar ese 13 de marzo de la madrugada y terminó lastimado.
Para Moyano, esos mensajes correspondieron con la circunstancia de que el imputado resultó herido mientras perpetraba el robo. Ello fue corroborado por el rastro de sangre que fue dejando al pasar mientras se daba a la fuga del lugar.